¿Te ejercitas constantemente y no logras que se noten tus músculos? Entonces sigue leyendo este artículo, porque te contamos cuáles son los factores que influyen y las razones por las que esto pasa.
Intensidad: Olvídate de “ver cuadritos” si estás entrenando con poco peso, haciendo pocas repeticiones y ejercicio aeróbico. El músculo solamente crece cuando lo llevas al límite y creas hipertrofia (pequeños desgarres en las fibras). Su regeneración es lo que permite incrementar la fuerza y el tamaño, siempre que lo complementes con la alimentación adecuada.
Cambiar rutinas: Para lograr tu objetivo, debes cambiar tu rutina de ejercicios al menos cada 45 días (mes y medio). Como el cuerpo se acostumbra, es muy importante variar los ejercicios y cambiar el orden de las combinaciones de músculos entrenados. Hay programas, como el Instafit, que son ideales para alcanzar estas metas.
Técnica: No sirve de nada aumentar el peso levantado si la ejecución del ejercicio es incorrecta. Por eso, debes elegir un peso que te permita concentrarte en hacer bien el movimiento. Recuerda hacer entre 3 y 4 series de no más de 10 repeticiones, donde la última te cueste mucho trabajo. Incrementar el peso en cada serie es muy efectivo, pero mantener la técnica es fundamental.
Alimentación: No todo es ejercicio. Como te decíamos antes, una buena rutina se complementa con una alimentación inteligente, que se adapte a la meta que estás buscando.
Si tu intención es marcar musculatura, hay que darle al cuerpo la combinación perfecta entre carbohidratos complejos y proteínas, tanto antes como después de realizar la rutina. Los carbohidratos te ayudarán a recuperar la energía quemada durante el ejercicio y la proteína a reconstruir y fortalecer tu tejido fibroso (los músculos).
Si los alimentos que ingieres no son los adecuados, esto te impedirá ver resultados.
Descanso: Contrario a lo que puedas pensar inicialmente, los músculos no se marcan mientras ejercitas, sino cuando descansas. No insistas en marcar abdomen o piernas entrenándolas todos los días. El descanso es fundamental. 72 horas para músculos grandes como pecho, espalda, glúteos, femoral y cuádriceps; y por lo menos 48 horas para músculos más pequeños como bíceps, tríceps, trapecio, hombros, gemelos y antebrazos. Por otro lado, es importante que respetes las ocho horas de sueño diario recomendadas.