Todos tenemos distintos tipos de respiración que varía dependiendo de una serie de factores, pero si respiras con el pecho puedes tener una lista de problemas, tales como activar el sistema nervioso simpático, la activación muscular inapropiada (que te dejará utilizando músculos inapropiados para ello como el cuello y los intercostales), y además da menos oxígeno a tus músculos.
Para respirar como corresponder y bajar tus niveles de estrés te invitamos a respirar con el vientre: con una mano derecha sobre tu pecho y la izquierda sobre tu estómago debes respirar profundamente expandiendo tu vientre y viendo cómo tu mano izquierda se levanta, a diferencia de la derecha que debe permanecer inmóvil.
Haz este ejercicio 15 veces para que entiendas la diferencia de respiración y la hagas propia y natural. Notarás la diferencia y tus niveles de tranquilidad aumentarán tanto como el rendimiento en tu entrenamiento.